Autoridades gubernamentales, organizaciones ambientales y representantes comunitarios sostuvieron un encuentro clave para fortalecer el diálogo y la cooperación en la gestión territorial de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM). La reunión tuvo como objetivo encontrar soluciones viables para la administración del territorio, promoviendo estrategias sostenibles que beneficien tanto a la conservación del medio ambiente como al desarrollo de las comunidades locales.
En la mesa de trabajo participaron el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), Defensores de la Naturaleza, el Fondo de Tierras, la Mesa Interinstitucional de Tierras de Petén (MITA), la Gobernación Departamental, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), así como otras entidades vinculadas a la protección y uso sostenible de los recursos naturales en la región.
Durante la reunión, se destacó la importancia de generar estrategias de recuperación de áreas mediante el diálogo, enfatizando que la construcción de confianza entre las instituciones y las comunidades es fundamental para garantizar una administración territorial efectiva. Se resaltó la necesidad de fortalecer los mecanismos de consulta y participación ciudadana para asegurar que las decisiones sean inclusivas y respondan a las necesidades del territorio.
Los representantes de Defensores de la Naturaleza expusieron la experiencia de los convenios de permanencia impulsados por CONAP desde los años 90, los cuales han permitido a diversas comunidades desarrollar procesos de manejo sostenible dentro de la RBM. Un ejemplo significativo es el caso de Paso Caballos, donde la asistencia técnica y el acompañamiento institucional han generado estabilidad en la zona y han permitido que sus habitantes participen activamente en la conservación del entorno.
El Fondo de Tierras y MITA también resaltaron la importancia de atender la situación de comunidades asentadas dentro de áreas protegidas, buscando soluciones viables para el acceso a la tierra y el desarrollo de proyectos productivos sostenibles. Se discutió la necesidad de establecer mecanismos legales y programas de reubicación voluntaria para aquellas familias que se encuentran en zonas de alta vulnerabilidad ambiental.
Las instituciones coincidieron en que la clave para la gestión territorial es la colaboración activa de todos los sectores involucrados. Se propuso la creación de mesas técnicas especializadas para el seguimiento de los acuerdos y la formulación de políticas públicas que garanticen la conservación de la RBM sin afectar el bienestar de las comunidades.
Guatemala, sale adelante.
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